Pistoletto – Spanish

MICHELANGELO PISTOLETTO:

AUTORRETRATO DEL MUNDO

El arte es la expresión primera de la creatividad humana y, en consecuencia, la referencia constante de toda actividad social, económica o técnica. Asimismo, el rol del artista es asumir esta responsabilidad para ofrecer a la sociedad una nueva visión sobre sí misma.

Progetto Arte nace de la mano de Michelangelo Pistoletto en 1994. En este mismo año, alumnos de la Akademie der Bildenden Künste de Viena, donde Pistoletto es profesor, se incorporan al proyecto. Desde este momento Progetto Arte, en el que además de estudiantes de la Akademiecolaboran filósofos, sociólogos y otros especialistas, viene desarrollando un trabajo de reflexión sobre el papel social del arte, la identidad del artista en la sociedad y la consideración de la misma obra artística.

La obra personal de Pistoletto define de alguna manera el espíritu de esta escuela, si así se la puede llamar. El espejo es uno de los elementos clave del discurso de este artista; el espejo como reflexión sobre la imposibilidad de una visión acotada e inmutable de la realidad. La realidad reflejada en el espejo muestra su esencia de constante fluctuar. En el espejo se expresa el mundo en permanente movimiento y cambio, es el reflejo del continuo devenir de la realidad. Con el espejo no se añade, se vacía y, como explica el propio artista, “en el vacío pasan cosas, yo reflejo el vacío para que éste se llene al máximo de imágenes posibles. El espejo deviene un autorretrato, el autorretrato del mundo”.

Progetto Arte no es una escuela, es un taller abierto al intercambio de diferentes experiencias que van elaborando su propio discurso artístico y que producen, como lo simboliza una de las acciones más conocidas del artista, el efecto de la bola de nieve, avanzando y engrosando un núcleo de experiencias sin abandonar nunca una por la otra.

Con estudiantes de todo el mundo y una presencia numerosa de artistas del Centro y Este europeo, este lugar de debate quiere fomentar la pluralidad de expresiones y la radicalidad de sus propuestas. Importa que el arte sobrepase el objeto, lo que se llama “producto artístico”, en toda situación y lugar. El artista por ello establece lazos con otras actividades humanas:política, ciencia, religión, educación, etc., así como diferentes aspectos que forman el entramado de estructuras propias de la civilización. El arte debe estar presente en todas las actividades posibles y el artista trabajar para ello en un nivel tanto operacional como decisivo.

A lo largo de la historia de Progetto Arte se ha invitado a artistas y teóricos en el debate de temas tan diversos como la arquitectura, la moda, el mercado o la economía, todos ellos planteados como fenómenos reflejos de estructuras humanas que forman e identifican la sociedad y al individuo integrado en ella.

“…El mundo de las finanzas, los automóviles, la moda, la publicidad…esto es el verdadero espejo de la sociedad. Todo forma parte de nuestra vida y ahí está el rol del arte, implicado en todas estas estructuras de nuestra vida en su dimensión social, económica o política. En Progetto Arte se fomentan estos puntos de encuentro entre arte y vida”. Así explica Pistoletto su propuesta: “El arte no da respuestas, uno debe buscarlas. Hoy en día los proyectos científicos en los laboratorios de investigación se desarrollan con muy diferentes aportaciones, cada una específica y autónoma pero que se dirigen a una finalidad común. Puede haber un discurso creativo común aunque se desarrolle con formas y contenidos muy diversos. Normalmente los artistas que colaboran con Progetto Arte mantienen una afinidad en su actitud ante la vida, ante el arte. El que en su trabajo recurran a un método, digamos, tradicional o que se desarrolle en un nivel completamente conceptual, eso no es lo esencial. Creo que lo verdaderamente importante es que entiendan la idea de que en su trabajo debe haber una constante reflexión y que esta reflexión implica una responsabilidad por su parte y una radicalidad en sus propuestas. La búsqueda siempre lleva a salidas si hay un constante replanteamiento de la propia obra.”

Marta Gómez (Vitoria, 1973) es una de las artistas que integran Progetto Arte. Llegó a Viena “casi por casualidad –como ella misma cuenta- y aburrida de la estrechez de miras en Bellas Artes de Madrid”. La siempre compleja burocracia, que no le permitía entrar en la escuela por falta de plazas libres, se la saltó Pistoletto alegando que no quedaban plazas pero sí suficiente espacio mental para que pudiese integrarse al grupo. Anécdota que la artista vasca cuenta para explicar su relación con la escuela. “Creo que Progetto Arte es lo que todo estudiante espera de una escuela, por su apertura y el constante cuestionamiento que supone para tu propio trabajo. Progetto Arte es una posibilidad, una entrada, una pauta. Mucha gente se siente manipulada y se abandona a la propia idea, cuando lo que se pide es que ésta genere otras. Se trata de un proyecto pedagógico, donde se plantean temas de reflexión y el artista, con su trabajo, especula para darle una solución, otra forma de verlo”.

“Trabajamos con el concepto de mercado como modelo antropológico de la civilización. El objeto no era el objetivo, sino la reflexión del mercado que éste podía generar. Presentábamos en Munich un mercado; las pautas de Pistoletto eran claras y absolutamente abiertas. Me planteé lo que debía ser un objeto para el intercambio, no sólo el primer intercambio entre yo y el posible comprador sino un objeto pensado para que corriese y se intercambiara después. De ahí salió la idea de vender dinero. Quería reflexionar sobre este pacto humano que establece que unos papeles pintados de colores valen algo y esto genera su circulación.

Se trataba de comprar dinero para venderlo después. La primera contradicción surgió al poner en marcha el proyecto. “La paradoja –explica la artista- de que antes los límites se genera más creatividad. Todas las complicaciones que surgieron ante la pretensión de obtener una factura en un banco por el dinero que compraba y la de la escuela exigiendo la factura de la tienda donde se compraba el material. Todo ello me llevó a crear un símbolo a partir del sello de la factura del dinero comprado y estamparlo en los billetes, vendiéndolos por una cantidad superior al precio establecido. Así volvía a cerrar el círculo, la metáfora del dinero y su circulación quedaba completa”.

Suwan Laimanee (Chiang Mai, Tailandia, 1951) conoce a Pistoletto y se integra en Progetto Arte“porque es algo que me permite compartir otros proyectos artísticos, que engloba muchos aspectos y donde se plantean temas o ideas en los que puedo integrarme o prescindir de ellos. En los grupos académicos siempre te encuentras con principios cerrados y valores doctrinarios y no con una plataforma de verdadera apertura. El mío es un trabajo meditativo basado en unos conocimientos que forman parte de mi cultura oriental y que llevan a una particular forma de concienciación. Me sigue sorprendiendo de Occidente la poca experiencia que se tiene sobre el propio cuerpo, quizás las mujeres menos por su propia experiencia con la menstruación y la maternidad, pero en general sigue siendo un tema difícil para ustedes. Mucha gente quiere relacionar mi trabajo con el Body-Art, donde el artista tiene un protagonismo absoluto. Mi trabajo es completamente distinto y se basa realmente en el intercambio de energía. Trabajo con una técnica tradicional como el masaje y mi obra no es para consumir sino una forma más de concienciarse y experimentar. Me interesa la dimensión social que plantea Progetto Arte y entiendo que es un lugar donde mi trabajo se integra completamente de la misma manera que no puede hacerlo en un museo o exposición”.

Tina Beperling es otra de las estudiantes de Progetto Arte. Entra en contacto con Pistoletto en 1992, colaborando más tarde como asistente en la Akademie vienesa. “Conocí a Pistoletto en una exposición que hice en G. Persano en Torino. En aquel momento yo hacía un trabajo con espejos aunque a otro nivel de concepto; enseguida me interesó su trabajo. Imagino que la condición de asistente en el grupo marca notablemente mi trabajo. Como reflexión del tema Hábito (vestido), hice una pieza, Pasarela, realmente dedicada al grupo. Era un elemento para desfilar y, sin duda, pensaba en el grupo cuando lo creé. Quise forzar mi actitud de pensar en el grupo y en las necesidades del momento. Después dije adiós por un tiempo y cuando regresé me encontré al grupo metido en el tema de la comida. De ahí salió la pieza que, curiosamente, vuelvo a dedicar al grupo: The Vienna Moving Kitchen que es una pieza móvil formada por una cocina y una plataforma para dormir. Ahora con la maternidad llevo a mi hijo por todas partes y no lo puedo desligar de mi trabajo ni de mi actividad artística. Hice una pieza que es un lugar para comer, para dar de comer, para dormir…una bio-überlebensschaltkreis (una traducción posible sería: instalación para la supervivencia circulable), pero también un espacio para la comunicación. La cocina, sentarse y comer juntos, hacer posible la comunicación; es como ahora –estamos en la cocina de su estudio-, has venido, te ofrezco un té…finalmente trato con parámetros que hacen posible la comunicación humana. He querido crear un territorio que fomente esta experiencia y que forma parte del discurso de Pistoletto, siempre a partir de cosas muy cotidianas, muy básicas, como cocinar, comer o comunicarse”.“Diseñamos para la sociedad pero estamos muy lejos de las intenciones de la idea que se tiene actualmente del design. Me gusta la idea de trabajar con lo que tengo en las manos, re-usar y para ello reconstruir. Es una práctica bastante normal en el grupo y uno de los aspectos de Progetto Arte es su planteamiento de una nueva redefinición del objeto. De hecho, esta pieza la he hecho con otra persona porque de una forma espontánea me planteó varias cuestiones sobre ello y, desde una reflexión común, empezamos a colaborar. La pieza está hecha con diferentes soluciones, que pienso es algo común en Progetto Arte”.

“En la Akademie tenía problemas para trabajar como artista y ser profesor al mismo tiempo. Ésta fue una de las razones por las que me interesé por Progetto Arte”, explica Rolf Laven (Jülich, Rheinland, 1966), profesor de arte y Discípulo de Pistoletto desde hace cuatro años. “Como profesor siempre me ha interesado la idea de intercambio y no necesariamente sólo con estudiantes de arte. Hace poco presentaba mi obra a un grupo de personas sin trabajo. Enseñé el trabajo que estaba haciendo con herrycans que compro a veinte chelines. La reacción fue muy positiva y pronto surgió un debate con muchas ideas relacionadas con la posibilidad de trabajar con recursos mínimos en un tiempo donde la sociedad produce y produce y, como reacción, consume y consume más y más. Pienso que entre la gente de Progetto Arte hay una sensibilidad común respecto a esto y usamos muchos objetos reciclados. Éste es un tema y el discurso de Pistoletto, con toda su implicación histórica con el Arte Povera, tiene también mucha relación con él: a mí me interesa especialmente, así como ciertos conceptos sobre economía o producción que realmente están ahora moviendo el mundo. Honestos parámetros pienso que estamos muy lejos de escuelas cuyos debates actuales son sólo cuestiones de estética o discursos muy alejados de la realidad”.

En la última edición de Dokumenta se presentaba la historia de Progetto Arte y, en forma de Work in Progress y como parte integrante de éste, la última de las propuestas con las que trabaja actualmente el grupo: Segno-Arte.

Segno-Arte es un trabajo de reflexión sobre la identidad primera del individuo. El signo planteado como uno de los elementos básicos que integra al individuo en el grupo, lo identifica y, a la vez, lo diferencia respecto a éste. El signo como identidad básica y principio de unicidad e individualidad. El público de Dokumenta participaba en Segno-Arte diseñando y registrando por ordenador la propiedad intelectual de un signo propio como parta de su identidad.

(Lápiz n° 141 Marzo 1998)