Tres Décadas de Apertura – Spanish

Oktober 24, 2017 by admin Uncategorized 0 comments

Out of Actions es el título de la exposición que se presenta en la actualidad en el Museum für Angewandte Kunst en Viena y que, organizada por el MOCA de Los Angeles, viajará en los próximos meses al MACBA de Barcelona, desde el día 15 de octubre de este año y al MuseumofContemporary Art en Tokyo. Se trata de una extensísima muestra que reúne obras con soportes muy distintos entre más de ciento cincuenta artistas europeos, japoneses y americanos, con una presencia destacable de artistas latinoamericanos, y que abarca los años que van desde 1949 a 1979.

En las dos décadas que incluyen estas fechas, una serie de tendencias artísticas se desarrollaron a partir de ciertas premisas comunes y que podrían resumirse así: una proyección interdisciplinar incorporando otros lenguajes no plásticos como la música, el teatro o la poesía, un rechazo hacia el objeto artístico en su carácter museal o comercial, denigrando la materialidad del objeto para interesarse en el propio proceso o en soportes alternativos y, sobre todo, una actitud de apertura que pretendía superar las limitaciones entre arte y vida y, con ello, implicar necesariamente a su receptor.

Estos nuevos comportamientos que extendían su campo de acción en forma de happenings, de performances (diferenciándose según la participación activa del público o no), de body-art (experimentando con el cuerpo) o simplemente a partir de soportes más allá de los materiales artísticos tradicionales, iban a convertirse en protagonistas durante el período que documenta la exposición.

Movimientos como Fluxus, Gutai,Nouveau Réalisme en Francia, la Wiener Aktionsgruppe, o la New York School, así como el trabajo de otros muchos artistas aislados qur representan estas premisas, se recogen en Out ofActions, en una visión compleja e históricamente estructurada, presentando los antecedentes más inmediatos y su repercusión en la sociedad durante aquellos años y hasta nuestros días.

La exposición empieza con el n°1 de las composiciones de Jack Pollock, de 1949. Junto al simbólico lienzo, una pantalla gigante proyecta una película del artista en plena Actionpainting como introducción al concepto que va a guiar la exposición que es tanto la propia acción del artista-en la profusión de golpes de brocha y goteados que provoca-, como su posición situado no frente a la obra sino en la obra misma. La irreversibilidad de la acción artística y la absoluta identificación entre arte y vida. A su lado, la obra de Lucio Fontana y ShozoShimamoto, distantes en el espacio –Italia y Japón- aunque realizadas en fechas muy próximas (1950), ambas planteando la misma posibilidad de apertura a una tercera dimensión y rompiendo con el limitado ilusionismo bidimensional pictórico. La pintura y, por extensión el arte, se convierte en ente real.

Se presenta también como obra precursora la histórica acción de Allan Kaprow –octubre de 1959- en una galería neoyorquina, 18 happenings in 6 parts. Como muestra, algunos de los paneles pintados que separaban en espacios la galería y en donde el público era invitado a vivir diferentes experiencias visuales y acústicas con sonidos registrados, música en vivo, pintura y proyecciones de diapositivas. Y, cómo no, la presencia en Out ofActionsde la obra de John Cage, del que tantos artistas contemporáneos son deudores, integrando el azar como forma de composición musical. La obra de Cage, junto a la de Pollock, Kaprow, Fontana y Shimamoto se encuentra entre los precedentes inmediatos de las obras que representarán este período.

Ya de inicios de los sesenta, la actividad de los miembros de Fluxus –el más internacional entro todos los colectivos, que englobaba artistas de América, Europa y Asia- así como las actividades de muchos otros creadores vinculados al movimiento y que reflejaban en sus obras la voluntaria impermanencia de la experiencia artística. Grabaciones, carteles, fotografías y restos de acciones de un proyecto colectivo que, ante todo, ponía encuestión la autoridad museística así como la propia consideración del arte, diferente a la que hasta el momento la sociedad le había otorgado. Fluxusse presenta en la exposición a través de algunas obras de YokoOno (con una de entre las pocas piezas interactivas a destacar en una exposición que ante todo domina el material de documentación), los pianos integrales de Nam June Paik, la acumulación de Georges Maciunas de conservas consumidas en un año o las Vagina Paintings en forma de acción filmada de ShigekoKubota, por citar algunos ejemplos. La única presencia española de la exposición asociada a Fluxus, la de ZAJ, queda registrada en dos cortometrajes. Igualmente de inicios de los sesenta y en el ámbito europeo, el grupo de los NouveauxRéalistes como Ben Vautier y Spoerri, conectados también con Fluxus, y dentro del grupo francés, el artista más emblemático, Yves Klein, representado con su obra Athropometries, ceremonias músico-pictóricas-corporales en un paso más hacia la inmaterialidad del arte.

También europeo y con cierto carácter político, las acciones más críticas y comprometidas de Wolf Vostell y Jean-Jacques Lebel, recogidas en documentación fotográfica y, aunque no siempre dentro del ámbito de las acciones, la obra singular e intuitiva de Joseph Beuys que por la apertura de significados y especialmente en el contexto de la exposición, destaca por la universalidad de su legado.

Se presenta igualmente la obra de algunos de los povera italianos como otra de las contribuciones importantes del momento, aunque no tanto la obra de aquéllos que descubrían la poética en la banalidad de los materiales, sino en las propuestas más conceptuales, en la línea de Pistoletto o de Kounellis que invocaban nuestra imaginación como una nueva dimensión intangible de la obra de arte.

Del grupo de los accionistas vieneses, y por la naturaleza de muchas de sus acciones vinculadas al body-art, está representada la obra de Hermann Nitsch con pinturas, altares y material documental del OrgienMysterienTheater, que recupera el rito mágico-religioso en su dimensión colectiva y como acto catalizador de pulsiones. La obra de Otto Mühl, aludiendo a los instintos primarios de la sexualidad y la destrucción, la búsqueda de la propia identidad de la obra de Arnulf Rainer y la automutilación extrema de Rudolf Schwarzkogler.

Continuadores de ShozoShimamoto, destaca, junto al colectivo Gutai, el trabajo individual de numerosos artistas japoneses (SaburoMurakami, KazuoShiraga..). Se trata de acciones registradas en película o fotografía en las que, en su mayoría, llama la atención la belleza de los espacios donde se desarrollan, siempre en armonía con los movimientos y la dinámica de la propia acción. Hay en todas ellas un exquisito sentido plástico, quizás debido a la tradición de ciertas formas culturales –el teatro Kabuki u otras ceremonias rituales- que siguen vigentes en la cultura japonesa actual. Ciudades como Tokyo, París, Viena o Düsseldorf, además de Nueva York, van a ser los escenarios donde trabajan y tienen difusión estos colectivos artísticos. Aunque con orígenes muy diversos, se detecta en la totalidad de la exposición la presencia numerosa de artistas que, alejados de estos grupos, trabajaron individualmente. Se tata, sobre todo, de artistas con una obra próxima a la temática del cuerpo que, quizás por la misma esencia de ésta, no puede integrarse en un discurso colectivo. Son obras que reflejan la experiencia del dolor físico, como la obra de Gina Pane o la de RebeccaHorn, de artificiales prolongaciones que forman parte del cuerpo humano. Las esculturas vivientes de Gilbert & George o las acciones de ValieExport, provocando con su cuerpo real los perversos fantasmas de la pornografía. Las interacciones entre Marina Abramovich y Ulay o las de Vito Acconci con el mismo público…

Fueron éstos, sin duda, unos años extraordinariamente fecundos en cuanto a nuevas propuestas y quizás por ello sea un período nada fácil de clasificar. Precisamente es quizás éste uno de los signos que mejor lo definen, como también ocurre con el trabajo de muchos de los artistas que lo integran cuya obra, por la extensión de su discurso, es en muchos casos inclasificable. Sería el caso de artistas como Piero Manzoni, presente en Out ofActions con las provocadoras latas que desmitificaban el valor tradicional del arte, aunque aquí no se haga referencia a otros aspectos de su obra, tan o más importantes como las pinturas acromáticas en una utópica búsqueda hacia las superficies de “libertad”. También el ya citado Beuys; aunque en cierto momento se vincule a Fluxus, su obra es mucho más compleja en cuanto a significados. El caso de Bruce Nauman con una aportación importantísima al body-art pero que es sólo un fragmento si se piensa en la totalidad de su obra. O Dan Graham, que inicialmente parte del cuerpo como experiencia plástica, pero cuya obra se desarrolla hacia otros contenidos a partir de otros medios como el vídeo, investigando otros fenómenos como la propia percepción, el espacio y el movimiento. O el caso de Franz West, que es otro de los artistas de la exposición enormemente versátil…

Llama la atención en Out ofActions la numerosa presencia de artistas latinomericanos y, entre ellos, el protagonismo notable de Brasil (Lygia Pape, HélioOiticica, Lygia Clark o Artur Barrio, entre otros). Sin tratarse de un colectivo –aunque es cierto que en ocasiones algunos de ellos trabajaron en colaboración- hay ciertos comportamientos comunes, que, quizás como el caso de los artistas japoneses, tenga que ver con una tradición propia, determinada por unas condiciones históricas y sociales que en Europa o América del Norte directamente no ocurren, y es esa facilidad con la que estos artistas saben integrar en sus obras la participación del público superando por completo la distinción tradicional entre artista y espectador (el vestido colectivo de Pape o los Parangolés de Oiticica, entre muchos otros ejemplos), así como la concienciación de la dimensión social que puede alcanzar el arte (la obra de Artur Barrio, una de las más sintomáticas, a partir de materiales de basuras y deshechos de suburbios cariocas…).

Por último señalaremos la prácticamente ausente representación española, sobre todo teniendo en cuenta la especial dedicación que se da a ciertas obras de carácter político (como el caso de Wolf Vostell, además de estar este artista muy vinculado a España) donde hubieran podido estar presentes acciones ciertamente muy simbólicas en el momento histórico en que se dieron (Patrius, Patria, Patrium de Ferran García Sevilla, que data de 1976, por poner un ejemplo), así como obras de artistas de igual calidad (Jordi Benito, AntoniMuntadas) vinculadas al body-art o a los diferentes comportamientos artísticos cuya temática forma parte de la exposición.

Al final de Out ofActions, y aunque sea previsible, no deja de resultar paradójico para el visitante ante la totalidad de material expuesto –más de 500 obras, entre fotografías, películas y sonidos grabados-, que tales documentos, por su calidad de únicos e irrepetibles, lleguen a adquirir en el marco del espacio expositivo el aura de verdaderos “iconos”, cuando su contenido refleja una actitud radicalmente contraria reivindicando precisamente una posición de desmaterialización y desacralización del arte.

Revista Lápiz 146

Octubre 1998

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